Afortunadamente, hoy podemos decir que a la inmensa mayoría nos parecería tremendo y absolutamente intolerable que alguien defendiera la idea de abolir la democracia, prohibir las elecciones de cualquier tipo y establecer un sistema autoritario contrario a que la gente, mediante su voto, pudiera elegir legítima y libremente a sus líderes políticos, o incluso dar su opinión en un referéndum.
La opinión pública rechazaría de pleno que se pretendiera acabar con algo que tantas vidas, tanta lucha y tanto sufrimiento le ha costado a la Humanidad en toda su historia. Entonces, si tenemos claro esto, ¿por qué hay quien se sorprende cuando se defiende y se practica la democracia en el seno de un partido político? ¿por qué es noticia en todos los medios?
Al igual que en el PSM, en el Partit Socialista del País Valencià-PSOE se ha iniciado un proceso de democracia interna, un símbolo más del carácter crítico de la izquierda. Un proceso de elecciones primarias en el que, de confirmarse finalmente, las y los miles de militantes que creen en el proyecto socialista del PSPV tendrán la oportunidad de ejercer su derecho a elegir el mejor candidato que crean para presentarse a las elecciones autonómicas del 2011.
Un acontecimiento como este representa la coherencia entre lo que se predica en público y lo que se practica en la propia casa. Valores democráticos contemplados en los estatutos orgánicos del Partido Socialista Obrero Español, así como en cada una de sus federaciones; sin olvidar a otros tantos partidos con idearios distintos que simpatizan con estos mismos principios, repelando la “dedocracia”.
¿Quién ganará? ¿Jorge Alarte? ¿Antoni Asunción? La respuesta sólo debe importar a quienes buscan el morbo y la especulación política, a quienes viven a la sombra de una u otra figura o a quienes tienen una opinión demasiado sesgada de la política, la estrechura de quien nada más ve dos posturas enfrentadas, contrarias o dos proyectos distintos.
Y es que la verdadera conclusión que debe extraerse, es que la democracia sirve para estimular la reflexión individual y colectiva, para dar lugar al diálogo y al debate, y para que cada opinión personal se tenga en cuenta, sin distinciones ni jerarquías, a la hora de elegir la opción que mejor represente y defienda los intereses de la mayoría.
La opinión pública rechazaría de pleno que se pretendiera acabar con algo que tantas vidas, tanta lucha y tanto sufrimiento le ha costado a la Humanidad en toda su historia. Entonces, si tenemos claro esto, ¿por qué hay quien se sorprende cuando se defiende y se practica la democracia en el seno de un partido político? ¿por qué es noticia en todos los medios?
Al igual que en el PSM, en el Partit Socialista del País Valencià-PSOE se ha iniciado un proceso de democracia interna, un símbolo más del carácter crítico de la izquierda. Un proceso de elecciones primarias en el que, de confirmarse finalmente, las y los miles de militantes que creen en el proyecto socialista del PSPV tendrán la oportunidad de ejercer su derecho a elegir el mejor candidato que crean para presentarse a las elecciones autonómicas del 2011.
Un acontecimiento como este representa la coherencia entre lo que se predica en público y lo que se practica en la propia casa. Valores democráticos contemplados en los estatutos orgánicos del Partido Socialista Obrero Español, así como en cada una de sus federaciones; sin olvidar a otros tantos partidos con idearios distintos que simpatizan con estos mismos principios, repelando la “dedocracia”.
¿Quién ganará? ¿Jorge Alarte? ¿Antoni Asunción? La respuesta sólo debe importar a quienes buscan el morbo y la especulación política, a quienes viven a la sombra de una u otra figura o a quienes tienen una opinión demasiado sesgada de la política, la estrechura de quien nada más ve dos posturas enfrentadas, contrarias o dos proyectos distintos.
Y es que la verdadera conclusión que debe extraerse, es que la democracia sirve para estimular la reflexión individual y colectiva, para dar lugar al diálogo y al debate, y para que cada opinión personal se tenga en cuenta, sin distinciones ni jerarquías, a la hora de elegir la opción que mejor represente y defienda los intereses de la mayoría.
1 comentario:
Tres intiresno, gracias
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