Amenazaron a la compañía de la obra “Zero Responsables”, crítica con el trato inhumano que han recibido las víctimas del metro del 3 de Julio; dimitió el director del MuVIM tras la orden del PP de retirar la exposición fotográfica del caso Gürtel; boicotearon el concierto de Lori Meyers en la Universitat de València, o el acto de EU por la República, han prohibido TV3, y qué decir de Canal 9, un medio público de comunicación donde la pluralidad de ideas directamente no existe.
Ni siquiera respetan los orígenes de la fiesta fallera. Pocos políticos se libran de verse en las figuras irónicas y burlonas de los ninots, ejemplo de la sátira y el ingenio que caracterizan al pueblo valenciano, pero desgraciadamente, año tras año, vemos cómo el espíritu crítico ha dejado paso a monumentos falleros faltos de carisma, inexpresivos, fríos. Para colmo, este año 2011, compañeros y compañeras de las Juventudes Socialistas fueron detenidos durante una mascletà por portar unos globos en apoyo a Joan Calabuig, candidato del PSPV-PSOE a la alcaldía de Valencia.
El último intento de censura por parte del PP-Gürtel, lo conocen muy bien las decenas de miles de personas que salieron a la calle durante la pasada manifestación en defensa de la democracia valenciana, organizada por la Plataforma “Col•lectiu contra la Corrupció”, mujeres y hombres amenazados y denunciados por ejercer su derecho a la libertad de expresión y de opinión política.
Quieren callar al socialista Angel Luna, un político ejemplar que cumple con su obligación de defender la verdad y la transparencia democráticas, de exigir responsabilidades a la clase corrupta que nos gobierna, de preguntar sin descanso qué ha pasado con el dinero público de los valencianos y valencianas, preguntar quién es el Bigotes, pedir explicaciones sobre los 14 millones de la visita del Papa, los 600 millones de sobrecostes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, denunciar las irregularidades de la trama Blasco, del caso Brugal, de las dobles facturas, cajas B y financiación irregular que ya no es que salpique, sino que empapan al PP de la Gürtel.
La sociedad valenciana no está anestesiada, ni es indiferente al abuso de poder totalitario. La Justicia sentará en el banquillo a los ladrones y corruptos, y nada, absolutamente nada impedirá que la gente salga a la calle para reivindicar bien alto que somos más quienes creemos en otra forma diferente, transparente, plural, digna y responsable de entender la política y la sociedad.
Ni siquiera respetan los orígenes de la fiesta fallera. Pocos políticos se libran de verse en las figuras irónicas y burlonas de los ninots, ejemplo de la sátira y el ingenio que caracterizan al pueblo valenciano, pero desgraciadamente, año tras año, vemos cómo el espíritu crítico ha dejado paso a monumentos falleros faltos de carisma, inexpresivos, fríos. Para colmo, este año 2011, compañeros y compañeras de las Juventudes Socialistas fueron detenidos durante una mascletà por portar unos globos en apoyo a Joan Calabuig, candidato del PSPV-PSOE a la alcaldía de Valencia.
El último intento de censura por parte del PP-Gürtel, lo conocen muy bien las decenas de miles de personas que salieron a la calle durante la pasada manifestación en defensa de la democracia valenciana, organizada por la Plataforma “Col•lectiu contra la Corrupció”, mujeres y hombres amenazados y denunciados por ejercer su derecho a la libertad de expresión y de opinión política.
Quieren callar al socialista Angel Luna, un político ejemplar que cumple con su obligación de defender la verdad y la transparencia democráticas, de exigir responsabilidades a la clase corrupta que nos gobierna, de preguntar sin descanso qué ha pasado con el dinero público de los valencianos y valencianas, preguntar quién es el Bigotes, pedir explicaciones sobre los 14 millones de la visita del Papa, los 600 millones de sobrecostes de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, denunciar las irregularidades de la trama Blasco, del caso Brugal, de las dobles facturas, cajas B y financiación irregular que ya no es que salpique, sino que empapan al PP de la Gürtel.
La sociedad valenciana no está anestesiada, ni es indiferente al abuso de poder totalitario. La Justicia sentará en el banquillo a los ladrones y corruptos, y nada, absolutamente nada impedirá que la gente salga a la calle para reivindicar bien alto que somos más quienes creemos en otra forma diferente, transparente, plural, digna y responsable de entender la política y la sociedad.
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