Este fin de semana es Halloween, una importación yankee que sirve como escusa a jóvenes y no tan jóvenes para salir de fiesta ataviados con disfraces de personajes variopintos, decorar casas y locales con parafernalia terrorífica y ver en compañía películas de miedo.
Es una fecha en la que la gente se lo pasa bien, disfruta con el miedo, pues sabe que pese al espectáculo tenebroso y oscuro que envuelve el Día de todos los Santos, no hay nada que temer, porque cuando despierten de la juerga sus vidas seguirán con la misma normalidad de siempre.
Pero hay algunos políticos cuyo Halloween comenzó hace varios meses, acabándoseles el chollo y empezando sus tormentos; políticos imputados por corrupción sobre los que pesan acusaciones muy serias, fundamentadas en horas de conversaciones, facturas sospechosas y toda una serie de irregularidades que nada de transparencia ni honradez inspiran a la ciudadanía, y menos a la Justicia.
A estas alturas del año, desde que en Febrero se destapara toda la septicemia de Gürtel, va aumentando cada día el terror nocturno del señor Camps, que no debe de dormir muy tranquilo con los fantasmas atormentándole cada noche en constantes pesadillas de “correas” y “bigotes”.
Imagino la tortura y tensión que debe suponer poder encontrarte cada mañana con una nueva acusación, una nueva prueba o confesión que eche más leña al fuego de trajes, bolsos de Vuitton y Orange Market en el seno del PP valenciano.
Para muchos, este Halloween será simplemente un día más, una ocasión para divertirse y hacer bromas asustadizas con nuestra gente, pues tenemos la conciencia tranquila; pero me temo que quienes han jugado con el dinero público de todos y todas y los han pillado, quienes han mentido al pueblo y actúan de forma soberbia y déspota, pasarán una noche de Halloween especialmente aterradora.
29 de octubre de 2009
Halloween
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1 comentario:
yo espero que se lleven un buen susto, jajaja.
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