24 de abril de 2010

Canal 9 = MANIPULACIÓN


Centenares de personas acudieron a la primera concentración convocada por la “Plataforma cívica per la pluralitat y transparència a Canal 9”, una iniciativa ciudadana nacida en Facebook, debido al hartazgo de gran parte de la sociedad valenciana, que condena desde hace tiempo la sistemática manipulación e intoxicación (des)informativa que el Gobierno valenciano hace de los medios de comunicación públicos.

Para Canal 9 no existe Gürtel, ni tampoco la oposición al gobierno del PP, siendo ignorados como norma general los dirigentes y miembros destacados del resto de formaciones políticas del País Valenciano, ya sea en los (des)informativos diarios, o la hora de invitarles a participar en debates y asistir a tertulias políticas.

El tiempo dedicado a la crítica hacia el gobierno valenciano es ridículo en comparación con el continuo autobombo que se le hace al presidente Camps y a toda su corte de honor pepera; recibidora, sin la mínima vergüenza, de múltiples halagos por parte de presentadores y directivos de la cadena pública valenciana, designados a dedo por el gobierno regional.

Canal 9 se ha convertido en el NODO del PP de Camps y Rita Barberá, un espacio comunicativo cada día más endeudado que ofrece una mediocre programación, convirtiéndolo en la cadena de televisión pública con menor índice de audiencia en tierras valencianas y de las peor valoradas por los ciudadanos y ciudadanas.

El Partido Popular ha convertido la televisión pública, financiada con los impuestos de todos, en la caja de resonancia de las consignas que vomita a diario: “Zapatero el valencianofobo no defiende los intereses de los valencianos”, “en la CV la culpa de la crisis es del Gobierno central”, “la Copa América junto a la Fórmula 1 traerán prosperidad y riqueza”, por no hablar del famoso y demagogo “agua para todos”.

Pero aunque en Canal 9 seamos invisibles, los hechos y los datos evidencian cada día que no debemos seguir soportando el deterioro de las instituciones y de los servicios públicos valencianos, que no debemos callarnos. La sociedad civil valenciana está movilizándose, se está dando cuenta de qué clase de personajes controlan el poder en esta tierra, unos personajes peligrosos para el bienestar general que denigran la política y la buena moral, tan necesaria para un gobernante y, lamentablemente, tan escasa en la derecha valenciana.

14 de abril de 2010

¡Viva la República!


Hoy, 14 de Abril del 2010, celebramos el 79º aniversario de la proclamación de la Segunda República española. El periodo histórico, fruto de la democracia, que mayores reformas y progreso social trajo para la España de principios del siglo XX. El pueblo español, por primera vez, despertó aquella mañana de 1931 siendo, al fin, el legítimo y soberano dueño de su destino.

La República nació en un ambiente de alegría y entusiasmo generalizados. Fue la voluntad cumplida de un pueblo cansado de soportar la tiranía y el despotismo de las altas clases oligarcas, que desde siempre habían controlado el poder a costa del sufrimiento y explotación de la mayoría, a la que nunca reconocieron ni respetaron sus derechos.

Motivo de elogio fue la Constitución progresista de 1931, ejemplo de una Democracia completa en la que el Estado se hizo eco de la voluntad popular y de los principios de igualdad, laicidad y respeto por la libertad de cada ciudadano y ciudadana, y por los pueblos de España. “Una República de trabajadores de todas clases”

Entre los años 1931 y 1939, la jefatura del Estado español fue en exclusiva designada por la soberanía popular, a través del voto democrático, cumpliéndose los principios de igualdad y libertad. Niceto Alcalá-Zamora, Manuel Azaña o Alejandro Lerroux son ejemplo de que cualquier ciudadano puede perfectamente llegar a ser jefe del Estado en España.

Pero este sueño de muchos, cumplido al fin, sufrió las consecuencias del movimiento fascista contra-revolucionario (en auge en la Europa de Hitler y Mussolini) impulsado por las fuerzas monárquicas y antidemócratas en España, respaldado a su vez desde la cúpula de la Iglesia y gran parte del Ejército de entonces, así como por los grandes señores terratenientes y tradicionales aristócratas financieros de la alta burguesía, que desde un principio conspiraron contra el poder establecido mediante las urnas.

Y es que las valientes reformas que se llevaron a cabo: separación efectiva Iglesia-Estado, reforma agraria más justa y digna para los trabajadores, así como la reordenación militar que supeditara al poder civil y profesionalizara al ejército; la ampliación de derechos sociales y civiles, o la apuesta por una educación de calidad y el impulso de los servicios públicos para acabar con las desigualdades históricas de la población, etc., suponían acabar con los privilegios de una minoría en pos del bien común, del bienestar de la inmensa mayoría.

La Segunda República cayó por medio de las armas y del odio fascista, cayó en Guernica y a orillas del río Ebro, como consecuencia de un levantamiento militar antidemócrata, respaldado por la barbarie nazi y el fascismo italiano, que impuso una dictadura feroz y brutalmente represiva, criminal y totalitaria en nuestro país.

Se dice que la Historia la escriben los vencedores, pero la memoria colectiva, la de aquel pueblo y la de sus descendientes, jamás olvidará aquellos años en los que hubo esperanza de una España mejor, una España moderna, libre y plural, la España social y democrática que intentó devolver la dignidad a un pueblo torturado y despreciado desde siempre.

VIVA LA REPÚBLICA