9 de junio de 2009

Reflexiones en clave nacional


El domingo se celebraron elecciones al parlamento Europeo y quisiera exponer mi reflexión acerca de sus polémicos resultados.
En primer lugar, conviene subrayar que han sido unas Elecciones Europeas caracterizadas por el mayor índice de abstención de su historia (42,94%) repitiéndose el nivel de abstención en España si lo comparamos con las elecciones de 2004, que sigue siendo, pese a superar la media europea, un nivel mínimo de participación.
Además, bien es cierto que la gente ha votado tanto en clave europea como nacional, unos más que otros, lo que explica la abstención en muchos casos. El hecho de que a mucha gente eso de Europa siga sonándole lejano y confuso hace que no haya motivación ni espíritu europeo que anime a salir a la calle y acudir a las urnas.
Es sabido que la abstención de voto no perjudica a la derecha, más bien lo contrario, ya que su falta de auto-crítica y control de sus lideres hace que sus simpatizantes voten siempre que tengan ocasión con la esperanza de aspirar a gobernar y así forjar su imperio, tal y como demuestra que en su feudos nacionales la derecha haya sido líder indiscutible pese a los escándalos de corrupción y mayor índice de paro que la media española ahora en tiempos de crisis.

Si los ciudadanos hubieran querido censurar al Gobierno habrían ido a votar masivamente, cuando no ha sido así. Por otro lado, el PSOE ha sido de los partidos socialistas europeos que menos han sido castigados en las urnas, manteniendo un porcentaje alto de voto y un contundente número de escaños, aunque no es menos cierto que existe una parte de la población descontenta con las políticas socialistas, algo, por otro lado, lógico en tiempos de crisis y avances sociales que en algunos casos crean polémica.

Los resultados, por tanto, no puede decirse que sean reflejo de lo que ocurrirá en futuras elecciones generales (que la derecha reclama con ansia y nerviosismo) ya que con un nivel de participación tan reducido y un contexto de dificultad económica tan coyuntural, estos resultados no son fiables ni sólidos para vaticinar lo que pasará dentro de dos o tres años, con una participación seguro que mayor por lo cercano que suponen unas elecciones municipales o generales, sumando que la capacidad del Gobierno para hacer frente a los problemas económicos se podrá juzgar con mejor criterio y corrección.

Por último, recordar que en época de Aznar, la derecha gano por 10 puntos al Psoe en las europeas, y sin embargo en 1996 Aznar superó al Psoe por solo 1,5 puntos en las generales, unido también a la alta abstención de entonces. Pero un caso más reciente lo encontramos en las elecciones municipales de 2007, donde el PP logro mayor cantidad de votos para después perder en las generales.

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