30 de julio de 2009

Populismo NO, Gracias


Estos días, a raíz de hechos repugnantes como son las violaciones de niñas de 13 años a manos de un grupo de adolescentes de su misma edad, algunos de 12 y 13 años, está en boca de mucha gente un tema delicado: ¿Debe España reducir la edad penal? De entrada he de contestar con un rotundo NO.

El principal motivo que me lleva a negar tal desproporcionalidad legislativa es muy simple: el hecho de legislar en caliente y al calor de la alarma social solo nos conduce al más irracional de los populismos.

Pero, ¿qué dice la ley cuando ocurren este tipo de delitos a manos de un/a menor? En el año 2000 el gobierno presidido por José María Aznar aprobó la Ley Orgánica 5/2000, de 12 de enero, reguladora de la responsabilidad penal de los menores, más comúnmente conocida como Ley del Menor. Dicha ley estipula la edad de responsabilidad penal en los 14 años, es decir, a partir de esa edad un menor asume las consecuencias penales de sus actos, en concordia con la mayoría de países, mientras que a los menores de 14 años se les aplica las normas de protección de menores recogidas en el Código Civil y en la Ley de protección jurídica del menor.

Según marca la ley “para la elección de la medida o medidas adecuadas se deberá atender de modo flexible, no sólo a la prueba y valoración jurídica de los hechos, sino especialmente a la edad, las circunstancias familiares y sociales, la personalidad y el interés del menor” siendo, en caso de delito grave, como puede ser un asesinato, la condena de internamiento en régimen cerrado (un Reformatorio) pudiéndose, en opinión y valoración del Juez, fiscal, etc. ingresar en prisión el condenado o condenada una vez cumpla la mayoría de edad.

Bien, observemos ahora las Estadísticas. Según los últimos informes de delincuencia juvenil (hasta los 17 años) parece claro que los delitos más comunes cometidos por menores (teniendo en cuenta que un 30% de las infracciones penales son faltas, o delitos leves) se encuentran el robo con fuerza o intimidación (28,9%) lesiones (10,0%) y hurtos (5,9%); siendo los menos habituales el homicidio-asesinato o contra la libertad sexual. Estos datos experimentan mayor auge a medida que aumenta la edad del delincuente, siendo, de este modo, ínfimos los delitos cometidos por menores de 14 años en España, uno de los países con la tasa de criminalidad más bajos de Europa (terceros por la cola).

Dicho esto, no estoy excusando las aberraciones cometidas por chavales de 12 o 13 años, porqué sigue siendo un problema importante el hecho de que sucedan atrocidades de este calibre en pleno siglo XXI. Lo que trato de argumentar es la total falta de responsabilidad política que tienen algunos grupos ideológicos que reclaman mayor dureza contra quienes actúan de esta manera, dejándose llevar por la ira y la venganza, el dolor y la rabia que provoca la impotencia, enemigos de la verdadera justicia.

Tengamos en cuenta que la Ley del Menor fue reformada no hace mucho, en 2006, y que volver a lo mismo solo nos lleva a ignorar las causas de la delincuencia y buscar solo la consumación de nuestra cólera para con los responsables.

Como conclusión, considero que la actual Ley es la más adecuada para combatir y castigar los crímenes llevados a cabo por menores, el problema no es la ley, sino reflexionar sobre qué tipo de educación estamos fomentando hoy día en nuestra sociedad para que ocurran estas desgracias; qué modelo de vida y aspiraciones queremos transmitir a nuestros jóvenes; qué estilo social de convivencia.

La solución no pasa sólo por una buena Ley, sino principalmente por una buena Educación de los jóvenes para no tener que castigar a los adultos. Esto quiere decir que se ha demostrado más eficiente la prevención que la represión; buscar medidas condenatorias alternativas al Internamiento en Régimen cerrado capaces de mejorar la reinserción y reeducación del menor; o especializar a la Policía, Jueces y Fiscales en materia de menores que permita mayor efectividad.

Este es el camino a seguir, y es la vía que considero oportuna a la hora de afrontar esta realidad social que, aunque puntual y minoritaria, existe.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Carlos, tus palabras no dicen mas que verdades, es cierto que la mayor accion contra estas atrocidades es la prevencion, mas cuando estas acciones se cometen....¿que debemos hacer? ¿dejarles impunes a estos chabales, dejarles que vaguen libres por las calles, mietras la pobre chica no es capaz ni de mirarse al espejo? A estos chabales la educacion se la han pasado por el forro de los cojones. Me parece que la ley deberia ser flexible, puesto que si los "chiquillos" cometen actos de mayores, que lo paguen como tal (dentro de los margenes estipulados, esta claro que no le vas a meter a la carcel con 13 años, pero no lo puedes dejar libre)Asi que, no deberiamos reformar la ley, mas solo deberiamos estipular un margen de accion para que se puedan condenar a estos....salvajes?

by worchetta

El Enmascarado Descontento dijo...

Muy buenos días, Sr. Manzana:
Espero que haya disfrutado de mi post: crear una critica así de constructiva hacia el mundo actual, la política del señor Zeta Paro y el excesivo adoctrinamiento que inculca este blog fue igual de gratificante para mí.

Primero de todo, quiero resaltar unas palabras suyas “legislar en caliente y al calor de la alarma social solo nos conduce al más irracional de los populismos”.
Con todo el respeto del mundo… ¿no es esto lo que hizo ZP al prometer las rebajas impositivas (viene de impuestos, por si no lo sabe) durante las elecciones, a fin de ganarse la confianza del votante?
Pero bueno… este no es el tema a tratar en este momento, asi que lo dejaremos pendiente (como bien diría su Líder, solo que a un largo plazo indefinido)

Me atrevo a decir que por fin, vi un artículo en su blog que al fin tiene cierto toque de racionalidad e imparcialidad política, así que me alegro por usted. Creo que su crítica es bastante correcta, aunque personalmente matizaría algunos puntos.

En mi humilde opinión, la prevención si soluciona o más bien, aminora el problema. Pero NO la prevención que lleva el señor ZP.
Crear asignaturas “maría” como Educación para la Ciudadanía no ayuda a nadie, salvo a alumnos que quieran tener una media alta sin pegar palo.
Admitámoslo, nadie hará caso a semejante mierda (con el perdón de los excrementos, que no merecen ser comparados con esta asignatura inútil. Al menos ellos sirven de abono), así que la prevención debería ir por otros lados.
Especialmente, creo que debería ir por crear reformatorios DE VERDAD, y no esos invernaderos de cultivos de futuros delincuentes, drogadictos y prostitutas en potencia que son hoy en día.
Pero bueno, para gustos hay colores. Yo prefiero una acción directa y eficaz y usted prefiere palabras e ineficacia. No a todos nos tiene que gustar lo mismo.

En fin, creo que ya va siendo hora de retirarse, algunos mañana tenemos algo que se llama “trabajo” y créame, en los tiempos que corre (gracias a su amigo derrochador, ZP, como no), puedo decir que me considero afortunado de tener que trabajar 10 horas al día cobrando una mierda de suelto de risa.
Eso sí, mientras haya trabajo, salud y un poco de racionalidad critica en este mundo, creo que podre sentirme autorrealizado (aunque solo pueda pagar el alquiler y mi comida con lo que gano)

Sin mas, sinceramente suyo:

El Enmascarado Descontento

Anónimo dijo...

En primer lugar he de decirle, Enmascarado Descontento, que mi blog no es un lugar de chateo ni discusión. Estoy de acuerdo en que exponga su punto de vista, pero no me quiero ver obligado a contestarle a cada comentario suyo, para eso, si lo desea, le mandaré mi correo personal, o mándeme el suyo.

Me gustaría señalar que las opiniones de mi blog son propias, basadas en mi propia experiencia y mi visión de la realidad. Yo, y mucha gente, podemos estar de acuerdo con los postulados que predica el socialismo y, en particular, el Gobierno socialista, pero me considero crítico y sensato a la hora de exponer mis argumentos. No sé yo qué doctrina puede usted achatar a nadie cuando es el primero que utiliza un juego de palabras defendido por la Extrema Derecha de este país como es el de “Zeta-Paro”, un tema que encantado me gustaría debatir en otra ocasión.

Refiriéndome ya a su contrargumentación, he de decirle que la rebaja fiscal no se hizo durante la Campaña Electoral, sino que fue una constante a lo largo de la legislatura; una medida que, por otro lado, no recuerda la Derecha de este país cuando sigue pidiendo rebajas impositivas ahora en tiempos de crisis. Curiosa forma de generar bienestar social sin gastarse un duro en políticas sociales.

En cuanto a su crítica sobre EpC, he de mostrarle mi tristeza por su rechazo a una asignatura impartida en la mayoría de países democráticamente envidiables por su trayectoria y calidad política. Una asignatura cuya función es educar en la convivencia social, democrática, incluso política. Una asignatura que vela por la educación de los más jóvenes en el respeto a los valores Constitucionales de igualdad, solidaridad y no discriminación. Una materia vital en cualquier país que se haga llamar democrático, y una materia que el TC da por buena, sin posibilidad de objetar y sin que vulnere el derecho de los padres a educar a sus hijos. La educación cívica debería ser algo que se enseñe en casa, pero desgraciadamente no ocurre así.

Estoy de acuerdo que en una asignatura no va a cambiar las cosas, pero es una pieza fundamental por la que se ha de empezar, además de para asemejarnos más al resto de países con mayor experiencia política y, sobre todo, democrática.

Un reformatorio no está pensado solamente para castigar a un delincuente menor, sino también para cumplir la función esencia de la condena que es la reinserción. No me sea demagógico y observe los datos estadísticos sobre reincidencia, se llevará una grata sorpresa (o quizá desee que el país vaya todo lo mal que algunos desean que vaya para sacar tajada). Acción directa y eficaz pasa por atajar las causas de la delincuencia, no extremar los castigos y la represión. Eso es más propio de épocas Inquisitorias y de Dictaduras fascistas donde la mano dura no conseguía más que espirales de violencia e ineficacia social.

Y no se preocupe, que muchísima gente dispone de trabajo, gracias también a políticas que generan empleo, no que fomentan el despido y el beneficio de quienes siguen disfrutando de millonarios beneficios. Debería preocuparse por su empleo si trabajando 10 horas cobra una miseria, por lo menos si Gobernara un partido que prefiere bajar los impuestos a subir el salario mínimo y que considera el contrato basura como un modo de mejorar la economía de un país. Desde luego a base de pan para hoy y hambre para mañana poco se puede hacer.

Alberto Ginel Saúl dijo...

Me he hecho seguidor de tu blog. Un abrazo compañero.