1 de diciembre de 2011

#CJViu


Apenas tres líneas de texto han permitido que durante treinta años de libertad la gente joven tengamos una mayor legitimidad y podamos desarrollar un papel fundamental, tanto a la hora de construir nuestra joven democracia como de participar en la puesta en marcha de aquellas políticas que buscan dar salida a nuestras necesidades específicas como grupo.

El Artículo 48 de nuestra CE reza: “Los poderes públicos promoverán las condiciones para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político, social, económico y cultural”. En Valencia, treinta años después de la aprobación de la Carta Magna, el Ayuntamiento de Rita Barberá ha hecho saltar por los aires lo que durante décadas ha sido el centro asociativo de la juventud valenciana, el Consell de la Joventut de València, máximo órgano público de representación de las organizaciones juveniles de la ciudad.

La situación de crisis económica se está utilizando para recortar proyectos y financiación “prescindibles”, lastrando más si cabe la recuperación económica. Ahora también el derecho de la juventud a participar en los asuntos públicos, eliminando, con el visto bueno de la concejala más “juvenil” del grupo municipal del Partido Popular, Beatriz Simón, la subvención que cada año permite a las más de 50 entidades juveniles que conforman Consell de la Joventut de València llevar a cabo un Plan de Trabajo de casi cien páginas.

Este año 2011 el Consell de la Joventut de València celebra su 30º aniversario. Treinta años realizando una gran labor como Centro de Información juvenil, ofreciendo asesoramiento en materia de Juventud, cursos de formación dirigidos a jóvenes, talleres de promoción asociativa, salud, derechos humanos, ocupación, medio ambiente…incluso organizando anualmente una Feria de Asociaciones juveniles de la ciudad de Valencia, así como el Circuit de Música en valencià para dar a conocer grupos jóvenes comprometidos con la lengua propia.

Vivimos tiempos en los que la opinión de las y los jóvenes importa más que nunca. Somos la generación mejor preparada de la Historia, la más capacitada, curiosa y dinámica, y también de las más precarias. Las calles se inundan de jóvenes con ganas de participar, implicarse, denunciar los abusos de un sistema que les está fallando y que no les gusta. El asociacionismo juvenil es la mejor herramienta para canalizar el espíritu crítico de la juventud, las ganas de cambiar las cosas, de aportar algo a la sociedad.

La decisión de asfixiar económicamente al principal cauce de participación y promoción de la Juventud de Valencia hará que el Consell de la Joventut desaparezca; en cualquier caso, citando a Neruda…Podrán cortar las flores, pero nunca acabarán con la primavera.

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