11 de julio de 2012

Nos azotan y no reaccionamos


¿Hasta cuándo tendremos que soportar el miedo y la inseguridad? ¿Hasta cuándo oiremos hablar de toda una “generación perdida”? ¿Cuándo empezaremos a actuar en vez de huir? Desde luego, abrir un periódico, escuchar la radio o encender la televisión se ha convertido en deporte de riesgo, de infarto concretamente. Lo peor de todo es que nos azotan y no reaccionamos.

Ya ni se sabe los miles de millones de euros que se han recortado en Sanidad, Educación, Servicios Sociales, ayudas públicas, subvenciones, Planes y proyectos guardados en cajones…y todavía, dicen, se puede recortar más (¿más?). Nos dicen que es por el déficit, la deuda que hay que pagar, más sus intereses claro. Dicen que hay que apretarse el cinturón, aunque haya quien hace tiempo que lo vendió para poder comer.

Impusieron una Reforma Laboral injusta, inútil e ineficaz, sin diálogo, sin consenso. Dijeron que crearía empleo, que “lo normal” era facilitar el despido, precarizar el mercado laboral, beneficiar al empresariado y, además, aceptar tragar con un contrato indefinido o temporal. ¡Y gracias que el derecho a huelga no se ha tocado! de momento…

Ahora aparece Rajoy, pero no para preguntar por los incendios de Valencia, sino para anunciar nuevas “medidas y reformas de ajuste”, o sea, más de lo mismo. Sube el I.V.A que no iban a subir y, entre otros, recorta a los parados, funcionarios y dependientes unos cuantos miles de millones de euros. Mientras, sus diputados y diputadas aplauden sonrientes la decisión.

En lugar de recortar los derechos de quienes menos tienen, recortar en Bienestar y en Democracia, y perdonar a los grandes ladrones defraudadores de Hacienda, ¿por qué no hablamos de subir los impuestos al tabaco y alcohol, grandes fortunas, salarios súper altos, empresas que contaminan, acabar con las SICAV, privilegios de la Iglesia, del lobby farmacéutico, subvenciones a la patronal,...?

Hay alternativas, se puede hacer, pero hay que reaccionar. En Madrid una marcha minera nos recuerda que nada es fácil, pero no imposible. La guerra se nos ha declarado a todas y todos, no dejemos que el miedo, el conformismo o la inacción se lleven por delante aquello que tanto esfuerzo y vidas ha costado construir.

1 comentario:

Arlekin dijo...

Se me pone la piel de gallina.