Los 100 días de Patxi

El 1 de Marzo de 2009 asistimos a un acontecimiento calificado por muchos como histórico, que ha marcado la política y la trayectoria del pueblo vasco. Fue un día en el que, a través de las urnas, se reflejó la realidad y voluntad de una sociedad peculiar, compleja y, ante todo, plural como es la que configura Euskadi. Muchos se preguntan ahora si ha merecido la pena.

El pueblo euskaldun, por primera vez en democracia, decidió con su voto que debía ser una mayoría no nacionalista quien ocupara su Parlamento y quien liderara el futuro del País Vasco durante los próximos cuatro años, una mayoría política que puso al frente del Eusko Jaurlaritza (Gobierno Vasco) al socialista Patxi López, como lehendakari de todas las vascas y vascos.

Pues bien, han transcurrido 100 días de mandato oficial de López y 100 medidas importantes se han adoptado, ¿y qué podemos decir?

Podemos decir varias cosas, la primera de ellas es que la política vasca ha resultado un claro paréntesis respecto a la realidad del resto de España; un ejemplo de ello es la enorme satisfacción que ha supuesto, por parte de los principales partidos no nacionalistas, el anteponer la estabilidad y la necesidad de un cambio en el País Vasco por delante de pugnas y discrepancias ideológicas. Basagoiti lo ha hecho posible.

Se ha respetado la voz del pueblo, que ha sido la del cambio y renovación, la necesidad de alcanzar pactos y de conseguir una convivencia pacífica y tolerante de una vez por todas. Un pueblo cansado de confrontación, de sectarismo político y de décadas de nacionalismo PNV que muchas veces ha llegado a ser radical y anti-democrático, y que, ante todo, no ha respetado la diversidad y riqueza ideológica de las gentes y no ha sabido satisfacer sus necesidades.

Pero es cierto que, incluso expresado por parte del propio Patxi López, falta mucho para ver materializado todo el conjunto de proyectos, ideas e ilusiones que el PSE-PSOE presentó a los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi. Aún estamos en un momento temprano, y las circunstancias del contexto actual hacen complicada la tarea, pero todo se andará.

En estos meses se ha hecho patente la unidad contra ETA, la lucha contra el terrorismo y toda su apología, la publicidad del terror, algunas veces consentida por parte del anterior Ejecutivo vasco; se ha alcanzado un importante diálogo social entre empresarios y sindicatos con el objetivo de salvaguardar los intereses de Euskadi a la hora de afrontar las consecuencias de la crisis económica; se han alcanzado pactos con las principales fuerzas políticas, incluido el PNV, quien hablaba de “golpe institucional” no hace mucho; y así un largo etcétera que refleja la voluntad del PSE-PSOE y de Patxi López de convertir la sociedad vasca y su tierra en un ejemplo de convivencia, tolerancia y bienestar.

Los pilares se están construyendo, falta la fachada, paredes y demás detalles que darán lugar al gran edificio de la paz, la democracia y la libertad en Euskadi, porqué Euskadi lo merece, porqué el pueblo vasco lo merece.